viernes, 22 de junio de 2012

El camino “Correcto”

El camino “Correcto”
-¿Qué haces aquí?- dijo Adrian horrorizado.
-Vine a ver a Amy- Adrian lo empujo y dijo
-No está.
-Voy a gritar- dijo Azhel- Voy a despertar a todos los vecinos. La vi entrar con ese traidor.
-Lárgate, no te metas en problemas.
-¿Problemas? Los que tiene ese tipo en estos instantes.
-No seas imbécil-soltó Adrian- ¡vete¡ No te quiero ver.
-AMY!!! Sé que estas ahí mi amor- grito Azhel. Adrian a la desesperada le soltó un golpe en las costillas.-¡Amy! ¡Mi amor! Nos quieren separar. ¡Te amo!- volvió a gritar. 
Se abrió la puerta de un golpazo y esta vez era Osiris. Lo miraba con odio y lo sujeto del cuello.
-¡lárgate! ¡Amy me ama a mí!-Azhel le soltó un golpe bajo y paso hacia el departamento. Amy lo miraba incrédula. Diana se coloco en frente de ella.
-Amy no te quiere ver. Amy necesita tiempo.
-Amy no necesito tiempo para escoger a ese imbécil.
-A mi no me hablas así-Grito Osiris quien estaba dispuesto a soltarle un puñetazo. Pero esta vez fue Amy quien se interpuso.
-Déjalo- dijo tranquilamente su expresión había cambiado. Se le veía triste y contrariada- denme unos minutos con él- Osiris se le quedo viendo- Es mejor terminar con esto.- Osiris acepto con un cabeceo. Adrian y Diana llevaron a Osiris a la otra habitación.
-Dime Adrian ¿Qué es lo que quieres?
-Amarte.
-Imposible- contexto Amy.
-No lo es. Saco una pequeña cajita de color morado de su bolsillo y se hinco frente a Amy. La miro a los ojos y dijo.
-Cásate conmigo- Amy se quedo petrificada y miro el anillo- te necesito. Necesito de ti. De tu calor de tu aroma. De tu ser para seguir existiendo. Te amo.
Amy no podía reaccionar y Adrian tomo su mano. Y le coloco el anillo. Amy miro el anillo. De perla fina en el centro y con una graduación en letras cursivas. Que decían “mi dulce Ángel” las lagrimas de Amy empezaron a rodar por sus mejillas y miro a Adrian. ¿Por qué no podía escogerlo a el?
Amy retiro el anillo de su dedo y lo puso en su cajita. Lo miro y dijo.
-No estoy preparada para esto. No puedo Adrian. No lo puedo hacer.
-¿me quieres?- pregunto  Azhel.
-Te amo. Pero esto ya se termino. Vete ahora que puedes salir. Jugué un mal juego y no quiero repetirlo- dijo dándole el anillo.
-Te estaré esperando Amy- dijo Azhel quien se le veía más seguro - y te seguiré amando. Más que todos los días que pasen en mi vida- camino seguro en sí mismo y le planto un beso en la boca. Amy a su sorpresa de él se lo respondió el beso. El la empujo hacia el departamento y cerró la puerta.
Bajo las escaleras y con las ganas inmensas de llorar tomo el primer taxi hacia su casa.
Arriba Amy se quedo ahí mirando la mano donde alguna vez estuvo el anillo. Se metió corriendo a su cuarto. Adrian, Diana y Osiris salieron del cuarto al oír el puertaso del cuarto de Amy.
-Deja ir- dijo Osiris.
-No. Voy yo- Osiris le hecho una mirada asesina.
-Lo lamento pero a ti no t abrirá. Lo mejor es que te vayas.
-No me iré. Sin antes ver a tu amiga.
Adrian sin decir nada. Fue hacia el cuarto de Amy. Toco dos veces para indicar que era él. Amy abrió la puerta lo jalo, cerró la puerta y se puso a llorar en los brazos de Adrian.
-Lo amo, lo amo y no puedo corresponderle.
-Amy debes de tranquilizarte- dijo Adrian a la desesperada-¿Qué te dijo? Amy. No te pongas así.
-¡Quería casarse conmigo! ¡Adrian! Me quiere. No sé qué hacer. No sé ni siquiera que quiero.- dijo aferrándose a Adrian.
-Tienes que tranquilizarte. Escogiste a Osiris y es con el que debes de estar. No puedes cambiar de parecer como una cucharilla cambia de temperatura. Amy- dijo mirándola a los ojos- Osiris te está esperando. Está esperando que esto no te este afectando.
-Lo sé. Y me duele. Osiris y yo. No sé qué hacer. Tal vez nunca debí de haber regresado tan pronto.
-¿Y dejar que Osiris y Azhel se mataran? No creo que hubiera sido lo sensato.
-Pero al menos no estuviera pasando esto- dijo Amy
-Pero lo aceptaste cuando regresaste a los brazos de Osiris. Ahora no puedes echarte para atrás.
-Si puedo- dijo quitándose de Adrian. Este la sujeto de la mano y dijo  muy serio.
-¿Quieres volver a caer en las redes de un juego de amor?
-No
-¿Entonces? 
-Esta bien- dijo Amy- pero esta vez no podre debilitarme.
Adrian y Amy salieron de la habitación. Diana y Osiris estaban sentados en la mesa. Amy sonrió forzadamente. La cena se tomo un tanto amarga pero bien para la situación que habían vivido minutos antes. Adrian fue a dejar a diana a casa así que Amy y Osiris se quedaron solos.
-No quiero saber nada de lo que paso hace unos momentos- dijo Osiris a cabo de diez minutos en silencio.
-¿de verdad?- dijo sorprendida Amy.
-De verdad. No me interesa lo que diga Azhel. Te amo y eso es lo que debe de importar.
-¡Gracias! Yo igual te amo. ¡Y no sabes cuánto!
Paola caminaba hacia un restauran del sur de la ciudad. Cuidando que nadie la viera. Se metió al lugar. Y ahí estaba Angélica como lo había mencionado en su mensaje.
-Hola- dijo Paola.
-Hola. Tengo treinta minutos esperándote.
-Estaba empezando a dudar sobre la posibilidad de ya no ayudarte.
-No puedes hacerme esto. Paola. No puedes.
-¿Por qué no? – pregunto desafiante.
-Tengo un plan que no fallara Paola. No te pongas difícil- dijo Angélica al ver la expresión de Paola- Tu quieres regresar con Osiris. Y yo los quiero separados.
-¿desde cuándo te dejo de interesar?- dijo Paola alzando su ceja.
-Desde que me di cuenta que no lograría nada Yo sola. Por eso te contrate para que tú los separes. Digo no has hecho nada para hacerlo. No avanzas.
-Tal vez tu plan funcione. Fusionado con el mío. ¡Vamos! Cuéntamelo y ya veremos-Dijo Paola con una sonrisa malévola.
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sábado, 26 de mayo de 2012

Juegos Peligrosos.

Juegos Peligrosos.
Angélica caminaba hacia el gimnasio. Donde estaban los de bachillerato. Con sus típicos aires de grandeza. Abrió la puerta del gimnasio de las porristas y ahí estaba la que llevaba casi toda la mañana buscándola.
-Hola Paola. Te estaba buscando.
-¿Por qué? Y ¿para qué?
-Un propuesta que te interesara. Vamos a esa habitación. No quiero que nadie nos escuche.
Paola la miro y con cierta duda entro en el cuarto. Sus amigos la miraron extrañados.
-¿de qué quieres hablar conmigo?- dijo Paola. Moviendo un poco la cabeza.
-De Osiris.
Paola se quedo sorprendida mirándola. -¿de Osiris? ¿Qué tiene que ver el en esto?
-Más de lo que te imaginas. Sé muy bien que no terminaron en muy buenas condiciones…
-Porque es un idiota. Por esa razón. El y yo terminamos.
-Lo sé. Algo de eso supe. Pero te tengo un regalo. ¿Sabes? Quiero ser tu amiga… la mejor…
Paola cruzo las manos y la miro fijamente. Sus ojos mostraban cierto interés en lo que decía Angélica.
_ ¿así? ¿Y eso?
-Podemos ser las mujeres más peligrosas Paola.- le extendió la manos y le dio un papel.
-¿Esto qué?- dijo Paola al ver el cheque en blanco.
-¿Cuánto quieres por reconquistar a Osiris. Y separarlo de Amy.
-¿anda con Amy?- dijo Paola. Quien en instantes parecía una fiera.
-Si, por ella te corto. Por ella te voto… se podría decir.
-A mí nadie me vota. Nadie. ¿Entendiste?- De pronto la idea de separar a Amy y a Osiris le pareció interesante. -Déjame tu teléfono. Estaremos en contacto- dicho esto Angélica saco su teléfono celular y se lo dio a Paola, ella anoto su teléfono y le dijo:-Entre más rápido. Mejor.
Angélica salió del salón caminando tranquilamente hasta que se topo con Adrian.
-¿Qué haces aquí?- le dijo
-Eso no te interesa o ¿sí?- le contesto Angélica.
-Conmigo no te quieras hacer la inteligente- le dijo Adrian sujetándola del brazo.-Que soy mejor que tu.
-Me estas lastimando- susurro Angélica. -Además no te creas muy inteligente. ¿Qué va a pensar Diana de tu relación con Elena?
-Que eres una maldita perra- dijo atrás de ella Diana. Angélica voltio a ver con los ojos saltones.
-¿crees que te voy a creer?- le dijo- Realmente eres patética. No puedo creer que pasa contigo. Pero mira te recomiendo una cosa. Mejor haz de tu vida lo que quieras. Pero no te metas con nosotros.- dicho esto se hacerlo a Angélica quedando muy cerca de ella. Angélica no retrocedió si no se puso en guardia.
-¿Que me piensas hacer?- dijo Angélica con sonrisa burlona.
-Esto- dicho esto. Le propino una cachetada a angélica. Que no la esperaba. Tanto que se tambaleo en sus pies y cayó al suelo-No te metas con nosotros. Porque no respondo- tomo de la mano a Adrian y lo beso frente a ella. Angélica se levanto como pudo y se limpio las lágrimas que habían salido. Estaba perdiendo terreno. Las cosas no le pintaban bien. Ahora tenía que separar a Amy y a Osiris si no su futuro se vería afectado. La señora alma era de armas tomar y si le fallaba iría en contra de su familia. Y lo peor en contra  de ella. Pero ya tenía un plan en mente.
-¿A dónde vamos?- dijo Adrian.
-A casa de mis padres. Esta sola ¿sabes?-dijo mirándolo de reojo. Adrian no entendió muy bien la indirecta ya que vio como Angélica se subía a su auto y se iba.
-¿Dónde irá?
-No lo sé- dijo Diana decepcionada- tenemos que llegar al fondo de esto.
-lo sé-dijo Adrian mientras caminaba a su camioneta.-¿entonces vamos a tu casa?
-Si eso creo- Dijo Diana mientras se ponía el cinturón de seguridad.
Adrian condujo en silencio. No dijo nada. Estaba poniéndose nervioso entre mas se acercaba a la casa de Diana. Había captado todas las palabras que había dicho Diana. ¿Ahora se acercaba el momento que tanto soñó? O simplemente se estaba imaginando cosas. Se estaciono a una calle de la calle de Diana, para no llamar la atención. Caminaron de la mano. Por toda la calle. Se metieron a la casa.
-¿Mamá?- dijo Diana-¿Papá?-grito. No había nadie en casa-Pásate. Siéntate en el sillón. Voy a cambiarme los zapatos.  Adrian se quedo ahí sentado en el sillón rojo. La sala estaba decorada de distintas formas y en medio estaba la televisión, así que busco el control para encenderla. Estaba el programa matutino. Le dejo ahí y se puso cómodo. Los nervios lo embargaban aun más.
-No te traje para que te pusieras a ver televisión- dijo Diana atrás se él. El se dio la vuelta y la vio ahí recargada en el muro que daba a su cuarto.
-¿No?- dijo Adrian caminando poco a poco. Casi sin despegar los pies del suelo-¿Entonces a qué?
Diana camino rápido hacia él. Besándolo en la boca.-No te hagas tonto. Bien sabes lo que quiero- Lo siguió besando hasta jalarlo hacia su cama. Adrian se quito la playera y empujo a Diana hacia la cama. Se encerraron en un mundo paralelo. Donde nadie los interrumpiría. Abrazándose y besándose hasta en final de los tiempos.
Al día siguiente:
-Buenos días coqueto. ¿a qué hora llegaste?
-No tengo ni idea Amy. Que rápido te instalaste.
-Más de lo que te imaginas. Mi madre se vendrá a vivir a la Ciudad de México.
-¿Y eso porque?
-Los planes matrimoniales. Con Ignacio. Por cierto invite a comer a Diana y Osiris.
-¿de verdad? ¿No odiabas a Diana?- pregunto Adrian sacado de onda.
-No la odiaba. Solo no era de mi agrado. Taradito- adrian sonrió disimuladamente. Esa Amy que había regresado no era la misma que había partido semanas antes. Pero no alego nada. Le había gustado la idea de estar los cuatro juntos.- y será mejor que nos pongamos manos a la obra. Porque no voy a pagar comida hecha. Y empieza a trapear esto. Que es un verdadero desastre- dijo Amy con ojos enojados.
-¡hay no empieces a dar lata! Por favor. ¿Oye no invitaste a  Mateo?- dijo Adrian quien se había acordado de su amigo.
-Es reunión de parejas. Y él no tiene. ¿O sí?
-Según yo no. Pero ya sabes cómo es de piscuiro dirías tú- dijo Adrian tomando su celular-Amy ya viene en camino y creo que viene con Osiris.
-Pues apúrale pásame las cosas para comenzar a cocinar- dijo Amy quien se puso su mandil.
Adrian y ella estuvieron un buen rato cocinando hasta que el timbre sonó. Amy fue a abrir y eran ellos. Osiris la saludo con un beso en la boca. Lo cual ella correspondió contentísima. Diana paso derecho a la cocina e hizo lo mismo con Adrian.
-¿No te da celos que viva con Amy?
-No me agrada la idea pero tampoco está mal. Sé que Amy respeta a Osiris- dijo sonriéndole.
-Por supuesto. Y despreocúpate Adrian no es mi tipo- las dos rieron  Adrian y Osiris se miraron y solo desviaron los ojos.-Ya saldrá el estofado. Será mejor que nos sentemos ¿no?
-Claro. Amy ¿A qué te ayudo?- dijo Diana.
-Quiero hablar contigo Adrian- dijo Osiris a Adrian. Caminaron a la sala.
-¿Sabes quién fue la que le dijo a Azhel?
-No hermano. No sé.
-Se que lo sabes. No me haces tonto.- dijo Osiris lo cual a Adrian lo empezó a poner nervioso.
-No lo sé. Y si lo supiera no te lo diría- contesto Adrian.
-¿Por qué? Amy no para de preguntarme por ese asunto.
-Tal vez  lo supere en unas cuentas semanas.
-Se que lo sabes. Y es mejor que me lo digas.
-Se que no te lo tengo que decir y mejor vamos ayudarles. Amy está bien contigo y te aseguro. Quien quiera que sea no podrá separarlos.
Osiris no se quedo muy convencido con la respuesta de Adrian así que fingió conformarse. Las chicas ya estaban sirviendo las cosas cuando de pronto se escucho el timbre.
-¿esperan a alguien más?- dijo Osiris.
-No, solo éramos nosotros cuatro- Iré a abrir. Dijo Adrian.
Camino hacia la puerta con la ligera sensación de que algo no saldría bien. Abrió la puerta y dicho y hecho. Era Azhel quien venía con un ramo de rosas.
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miércoles, 7 de marzo de 2012

P.D Odio tanto amarte.

P.D Odio tanto amarte.
Esta vez estaba en un callejón sin salida. No podía pensar bien lo que había pasado o es que me estaba haciendo mensa para no captar lo que a mí alrededor pasaba. Esta vez mi regreso al D.F era inevitable y tenía que ser lo más rápido posible así que tome el teléfono y marque al aeropuerto y solicite el primer avión hacia la capital. Subí rápidamente las escaleras y me encontré a Carlos. Se despidió de mi muy amable y subí a ver a mi madre.
-Tengo que irme- Le anuncie.
-¿A dónde?- dijo
-Al D.F.  Azhel y Osiris ya saben la verdad.
-No puede ser. ¿Qué harás? No los puedes encarar.
-No me pasara lo que a ti mamá, es mejor irme de una vez. Ya compre los boletos. Nos vemos después. Te quiero.- le dije y le di un beso en la frente. Me Salí del cuarto y me fui al mío. Tenía que hacer la maleta lo más pronto posible.
Ya con las cosas en la maleta me dirigí otra vez al cuarto de mi madre. Y entonces me sorprendió ver que lloraba.
-¿Qué pasa?
-Que jamás me imagine que te pasaría lo mismo a ti.
-¿lo mismo? ¿De qué hablas?
-Amy. Tienes que elegir al que tu corazón quiere. Es un consejo malo pero no escuches tu cabeza. Escucha a tu corazón.
-Lo haré mamá. Lo prometo.- tome su mano y la abrase procurando no lastimarla.
-Toma una pila recargable de celular que está debajo del buro. Es momento que tengas que hacer las llamadas que quieras. Rápidamente tome la pila y se la puse a mi celular.- Gracias, nos vemos luego-baje las escaleras como dios me dio entender. Salí a la avenida y tome el primer taxi que paso.
-¿A dónde va jovencita?
-A solucionar mi vida- El chofer me miro y aclare- Al aeropuerto. Pero sabe que mejor me lleva a otro lado antes del aeropuerto.
Adrian.
-Bueno, ¿Qué? Ya vienes para acá. Ok estoy en camino- dije al contestarle a Amy. En eso sonó el timbre-Que no sea Diana por favor.
-Hola. ¿Te acuerdas de mí? – dijo la chica.
-Hola. No, no me acuerdo de ti.
-Soy Elena.
-No es por ser grosero pero ¿Qué deseas?  
-Esto- sin más ni menos me beso. Yo la quise apartar de mí y me fue imposible. Se aferraba más y más a mí.
-¿Qué te pasa?- le dije
-Lo siento. Es por una muy buena causa- y se fue sin más que decir. Me quede ahí al menos cinco minutos como perplejo. Cuando reaccione ya era tarde así que con lo que traía me salí del departamento.
El Aeropuerto.
Mis pies temblaban cada vez más. Estaba en la sala de espera. Esperando a Azhel.-Amy- oí decir detrás de mí
-Azhel- dije y fui a abrazarlo. Por fin estaba con él. Con mi mejor amigo.
-Todo fue una trampa chaparra.
-¿Qué? ¿Cómo?- le dije y lo vi a los ojos. se veía la preocupación en sus ojos.-Fue Angélica verdad.
-No lo sé. No sé nada. Lo siento. Diana y yo estábamos buscando quien fregados fue. Pero no lo hemos logrado. Osiris y Azhel se odian a morir. Esto se salió…
-De control. Mi madre me dijo que siguiera a mi corazón. ¿Puedes llevar mi equipaje al departamento?
-¿Dónde iras?
-donde debí de haber ido hace mucho tiempo. Te quiero estúpido.- le dije y sonrió.
-Bonito cambio de look- dijo alzando mi maleta.
Salí corriendo por la puerta B. tome otro taxi y le dije hacia donde se dirigiera.
Baje del taxi y estaba el. Afuera. Se me había olvidado lo apuesto que era. Lo elegante que era. Camine con los nervios de punta. Solté mi cabello recién pintado de café. Hice un poco de ruido con mi pantalón negro  y mi playera blanca. Y mis pulseras de picos. Esta vez estaba segura de mi misma. Esta vez no me saldría nada mal. Estaría contra el viento a defender lo que sentía por él. El único verdadero amor. El único que hacia latir mi corazón. El al verme se levanto de su sillón. Camino hacia mí y con una sonrisa coqueta me miro. Sus ojos se cruzaron con los míos. Y entonces supe que había tomado la decisión correcta.
-¿Qué haces aquí? ¿Cuándo regresaste?- me dijo
-Hace un par de horas. Vine a resolver lo que tenía que resolver.
-No quiero escucharlo- dijo y camino fuerte hacia su casa. Lo seguí y entre.
-Ahora tendrás que hacerlo.
-Amy esto es.
-Por mi culpa. Osiris. Te amo. Te quiero. No quiero perderte.
-¿estás segura?
-Más que eso.- me miro y se acerco se puso muy cerca de mí. Y sus labios se cruzaron contra los míos. Extrañaba esos momentos. De alegría en mi estomago. Me arrastro hacia su habitación me tiro en la cama y me empezó a besar. El calor se sentía en el ambiente. El venia hacia mí. Sus besos se volvieron más intensos. Sus manos subían y bajan en mi espalda. Mientras yo pasaba mi mano en su espalda. Nos besábamos como si el mundo se acabara. Sus manos sujetaron mi sostén y lo desabrocharon. Su lengua se volvía un nudo en mi boca. –Te amo- susurro en mi oído. Yo simplemente me sujete de su camisa y la quite de en medio.  Pude admirar lo que en mi mente me había imaginado. Cerré los ojos para disfrutar ese momento.(Te amo Amy) pero recordé algo que no pude evitar. Las últimas palabras de Azhel. Aparte a Osiris y me incorpore.
-¿Qué pasa?- dijo Osiris.
-Vamos demasiado rápido- le dije y agache la cabeza.
-A veces odio amarte tanto- me dijo y se salió de la habitación…

A fuera:
-¿Qué haces Angélica?
-Que te importa imbécil- me dijo y trato de esconder la cámara.
-Eres tú la que le dijo a Azhel ¿verdad?
-No eres tan estúpido como pensaba. Si fui yo. ¿y que?
-Todo el mundo sabrá de la fichita que eres.
-No lo creo. Mira- dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Era una foto donde salía besándome con Elena. Justo unas horas antes.
-Si dices algo. Imagínate, diana no lo soportaría. Ya vez por ser tan coqueto.
-Púdrete. Eso no va impedir NADA- dije esto y le arrebate la cámara la cual azote contra el suelo.
-Las tengo en la computadora tontito. Más vale que no digas nada. Sino ya sabes- dicho esto se marcho a un carro negro que la estaba esperando. Voltie a ver quién era. Una señora con lentes obscuros que reía como loca.
En el carro
-Y bien.
-Todo está perfecto- le dije avanzamos unas cuadras mas.
-Espero que estés haciendo bien las cosas Angélica. Amy tiene que pagar todo lo que hizo la perra de su madre.
-no se preocupe señora. Está en buenas manos.
-Bájate aquí. Nos vemos luego. Recuerda no sabes mi nombre y por supuesto no me conoces.
-Despreocúpese señora Alma.
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Dedicado! a ti!

martes, 28 de febrero de 2012

La maquina del Tiempo

La máquina del tiempo.
Todo había sido una confusión una confusión que no me parecía justa. Mi madre no estaba embarazada. Solo era un retrasó común y corriente. Al día siguiente de la noticia la dieron de alta. Al menos tomo la noticia con madurez y me dijo que quería que regresara a casa con ella. Eso me puso de buen humor. Después del accidente lo menos que quería era volver a ver a Osiris y Azhel aunque algo dentro de mí me decía que pasaba algo con ellos dos.  El señor David dijo que nos acompañaría a la casa. Para poder conocer mejor donde vivíamos y así visitarnos seguido. Esto no le hiso mucha gracia a Ignacio pero la verdad a mi me daba igual. Era su amigo de mi mamá y eso era lo que importaba o ¿no?
Llegamos a casa y la colocamos en su cuarto. Llevaba vendada la cabeza. Estaba con collarín. Y le recomendaron reposo. Genial estaría todo el día en cama.

Alinee:
El timbre sonó Amy bajo corriendo como era su vendita costumbre. Oí la voz de un hombre y mi corazón bombeaba a mil por hora.
-Hola- dijo David. Traía un ramo de rosas rojas. Mi corazón se acelero más. Por un momento recordé esa época donde éramos felices los dos.
-¿otra vez tu?- dije fríamente.
-Si otra vez yo. Te traje esto- dijo dándome las rosas. Las tome y las puse a mi lado.
-Y bien ¿Qué quieres?- dije y se dibujo una sonrisa en sus labios.
-Hablar contigo.
-¿de que?
- de nosotros dos.
-Ya no hay nada de nosotros dos. Eso fue hace 18 años David supérame- dije fríamente.
-Si tu no lo has hecho ¿Por qué lo eh de hacer yo?- dijo inteligentemente.
-Me voy a casar David. Con el amor de mi vida Ignacio.
-¿sí? Eso lo oí hace tantos años.
-Mentiroso. Si es así. Mejor ve con alma. Ella te ha de extrañar. Por ella los dos nos fuimos a pique.
-Nos fuimos apique. Porque fui un cobarde. Un ardido.
-No es momento para aceptar algo que ya sabía- dije con lágrimas en los ojos. Llenos de rabia.
-Dicen que nunca es tarde.
-Para ti sí. Llévate tus flores. Le gustarían mejor a tu mujer- le avente el ramo de flores.
-Me divorcie hace 10 años- me quede viendo a David.
-Yo también. El…22 de marzo.
-22 de marzo.
Nos quedamos callados. Sin poder evitar reímos. Al parecer nuestros hijos eran de la misma edad e iban en el mismo colegio.
-Nunca te eh superado. Nunca supere ese beso detrás de la bodega.
-¡cállate! Eso ni lo recuerdes.
-Alineé. Quiero volver a entrar a tu vida.
-es imposible. Me voy a casar…
-¿Otra vez?... dijo una voz detrás de David. Era Carlos. Mi mejor amigo. Mi hermano. Lástima que no podía correr hacia él. Puff que bien lo había puesto los años. 

-Hola hermano- saludo a David- hola estúpida-dijo no había cambiado su manera de ser.- Vine en cuanto pude. ¿Qué te paso?
-chocamos- dijimos al unisonoro.
-Los dos. En fin- puso una de sus típicas caras de yo sé mucho pero no digo nada. Me había puesto demasiado feliz verlos a los dos. Ahí sentados. Como en los viejos tiempos.- y como esta eso de que te vaz a casar.
-Larga historia. Desde que te fuiste a Alemania no eh sabido nada de ti.
-bueno después de que terminaste con Alexis. Y te casaste con Jaime. No volví a saber nada de ti. Y ni se diga de ti. Te casaste con Alma. Cuando tenías a semejante mujerona a tu lado. Todo te salió mal.
-No todo. Tengo a mi hijo que es lo importante.
-eso sí- dijo Carlos.- y bien cuando te casas.
-A finales del verano.
.excelente- tengo una banquetera que te ayudara en estos casos.
-Gracias. Ignacio ya se encarga de eso.
-bueno donde está tu baño. Necesito ya sabes.
-Al fondo a la derecha. Le dije.
-¿en que estábamos?- me dijo David cuando Carlos salió.
-En que te invito a mi boda- le dije el me miro se paró de su asiento y se acerco.
-No creo te queden ganas después de esto.
No racione hasta cuando sentí sus labios contra los míos. Una pasión extraña se apodero de mí.
(-te quiero niña eres mi todo- decía David en mi oído. La imagen cambio estábamos 4BAG juntos. Como la pequeña banda que éramos. La imagen cambio era yo con lagrimas en los ojos. Saliendo de una estación del metro.-Odio David. No te me acerques- decía gritando. Mi imagen volvió a cambiar estaba con Alexis vestida de blanco. Maldito infierno. Amy tenía días de haber nacido.) un impulso salió de mi.
-¿Qué haces? Dije y le propine una cachetada. El se retiro de inmediato. Me miro y salió corriendo…
-Tú siempre y tus cosas Alineé ¿Cuándo entenderás que esto no es un juego? – me dijo Carlos.
-Cállate, déjame dormir.
No muy lejos.
-Bueno, ¿Amy?- dijo Adrian.
-Si soy yo.
-¿Cómo estás? Aquí han pasado cosas demasiado extrañas.
-También aquí. Choque con un carro ya iba para el D.F
-¿enserio? Osiris y Adrian ya saben todo. Se golpearon.- sentí como la sangre se me bajaba. 
-¿Qué? ¿Cómo esta es? – le dije.
-No has visto tu facebook. Ahí está la respuesta a todo.- colgué de inmediato y me Salí de la casa. Cruce la calle y entre al café internet de la esquina. Rápidamente tecle mi correo y mi contraseña. Me fui a mi perfil.
ANONIMO:Te crees demasiado ¿no? Espérate a la gran sorpresa que te tengo cuando llegues al D.f ahí sabrás lo que es perder todo. No te falta mucho para saber lo que haré. Besitos y recuerda que estoy detrás de ti.
Azheliithooo!: ¿Cómo me pudiste hacer esto? deberdad te amo. Y no me cansare.
Daviissddd: Te amo. Superaremos esto.
Esta vez había pasando lo que tanto temía. Había llegado el momento de decidir entre los dos. Entre ellos. ¿No había un botón de escape? Creo que no. Maldición. Susurre.
Dedicado a: Esas personas que despues de años o meses sin saber de esa persona regresa sin decir nada y vuelve a poner de cabeza su mundo :D tsss!!!

lunes, 13 de febrero de 2012

La lucha sin jueces.

La lucha sin jueces.
Caminaba por el cuarto de mamá en busca de un cargador para mi teléfono. Pero al parecer no tenían de esa marca. Busque en su buro y no había nada. –Maldición- dije a mis adentros. Camine hacia la puerta y algo llamo mi atención un cofre de madera que la apariencia era más viejo que mi propia abuela. Lo tome y me fui al que por el momento era mi cuarto. La curiosidad me venció y lo abrí. Una hoja de papel rezaba las iniciales”4BAG” me reí al leerlas y quite esa hoja. Seguido de eso apareció una foto de mi madre con cuatro chavos más. Era su época de estudiante –Genial- dije ahora tendré con que molestarla. Segui buscando más abajo y encontré una libreta. –Oh por dios. Mi mamá tenía un diario.

28 de julio.
El estúpido de mi hermano me presento a su mejor amigo. Es tan genial de verdad es súper sexy. No sé cómo no me lo había presentado antes. Aunque me preocupa un poco. Me conto unas cosas que no lo puedo creer. ¿Cómo lo pudieron dejar? Si es tan tierno. Pero espero poder conocerlo alguna vez como a mí me gustaría.
Pase a otra fecha. No podía creerlo estaba contando de uno de sus novios. Por alguna razón me empecé a identificar con el manuscrito.



21 de Agosto
¡Ya soy su novia¡ Por fin me lo dijo. No lo puedo creer es tan genial. Espero que esto dure lo suficiente para amarnos intensamente. He he si me refiero a eso también.

25 de Septiembre.
Alexis no me vino a ver. Estan frustrante esto. No sé qué hacer. La verdad me está desesperando esto. Pero últimamente David me está cayendo mejor de lo que me caí. ¿Tal vez es porque me llevo mas con él? O porque está cambiando mi perspectiva sobre él. Últimamente veo muy sospechoso a Carlos sobre ese asunto. Serán imaginaciones mías.
26 de Septiembre.
La bomba exploto. Carlos me dijo todo sobre David y sus sentimientos. No sé qué hacer. Tal vez quiero intentarlo pero ¿Alexis? Qué pasaría con nosotros dos. Ni siquiera puedo pensarlo.
30 de septiembre.
Mis sentimientos están a flor de piel. Desde que me entere de los sentimientos de David no puedo dejar de pensar en el. No sé qué hacer. Jamás me había pasado esto. José no me habla. Me conecto y no puedo evitar ver su perfil. Tiene nuevas amiguitas. No sé en verdad que pasara.
Por una rara sensación me sentía comunicada con esa historia. Salte unas páginas para poder saber al menos en que terminaba el diario de mi madre. Pero no me gusto lo que paso. Las lágrimas salieron de mis ojos y resbalaron por mis mejillas.
-¿Quieres que te pase lo mismo que a mí? –dijo mi madre quien me contemplaba desde atrás.
-No. No quiero.
-¿Entonces qué haces aquí? ¡Ve y busca a quien mas quieres!
-No puedo. Jugué con los dos.
-¿no quieres perder? Entonces es momento de poner solución a las cosas. Toma tus cosas y te espero en el coche.
-¡Mamá! Necesito tiempo.
-Tus nalgas necesitan tiempo.
-¡mamá! Nunca me habías hablado así. Yo necesito estar aquí.
-Lo que tú necesitas es estar con uno de ellos dos.
-¿Qué hiso José para que terminaras con él?
-Nos casamos y bueno solo fue… No quiero que te pase. No a ti. Puedes poner fin a esto.
-¿te casaste con él? Solo sabía de tu matrimonio fallido. El de mi papá.
-Hay cosas que no sabes. En fin ve por tus cosas.
-una pregunta que es 4BAG
-A cosas del pasado. Ándale ve por tus cosas.
Camine hacia mi habitación improvisada empaque las pocas cosas que tenia afuera. Baje mi maleta y camine hacia el patio. Ahí estaba Ignacio me saludo muy amable y se despidió de mi. Ese tipo trataba de  ganarme. No iba hacer algo fácil. Mi madre subió las cosas al auto y me dijo que me subiera.
Salimos de su casa y nos encaminamos hacia la carretera. El clima jamás lo había visto tan feo. Las nubes estaban demasiado grises y eso indicaba tormenta. Mi madre acelero para estar en la Ciudad de México lo más pronto posible. Empezó a caer una lluvia torrencial cuando estábamos en el kilometro 31.
-Es mejor regresarnos- dije
-Ni creas que esto nos parara. Llegas a la Ciudad de México hoy.
-mamá esta horrible esta lluvia.
-No quieras escapar de tus problemas.
-No estoy escapando de mis problemas. Solo que es peligroso.
-No es peligroso- en eso empezó a caer granizo. Mis nervios estaban a flor de piel. No se veía nada por la neblina que estaba cayendo. Me empezó a dar frio así que saque de la maleta una chamarra negra y me la puse. –Vas muy rápido- dije y mi madre trato de frenar.
-¡no frena!- dijo y me miro con pánico.
-¿Qué?- dije y mi sangre se puso fría.
-No frena…
-No estoy jugando…
-No lo estoy haciendo.
-¡FRENA!...-grite desesperada. Y me abalance contra el volante. Mi madre me esquivo y el carro se derrapo un momento. Y volvió otra vez a su carril. El granizo era aun mas fuerte y sentía que estaba a punto de romper el carro.
-¿Qué hacemos?- dijo mi madre con el temor en su rostro.
-No lo sé. Tienes que frenar- mi madre me miro con temor y en eso paso todo.
¡MAMÁ! Grite yo cuando sentí el golpe en mi frente y el rebote de mi cabeza contra el asiento. Y como el cristal se hacía añicos. Como mi cuerpo dejaba de sentir.
La bolsa de aire esquivo el golpe que recibiría por haber chocado contra ese coche. Rápidamente me baje del auto y me puse a salvo. Camine hacia el coche con el que me había impactado. Ahí estaban las cosas mal. Corrí abrir la puerta de la conductora y el alma se me cayó hasta los pies. No podía ser. Era ella. La que en mi juventud me había conquistado su rebeldía. Y a lado de ella estaba una chica idéntica a ella. Como dos gotas de agua. La chica empezó a moverse poco a poco y abrió los ojos. Instantáneamente se voltio hacia su madre.
-¡Mamá!...- me miro y grito.- ¡Ayúdeme!- rápido abrí la puerta y vi que el motor esta humeando. Rápidamente tome a Alinee. Un pequeño nerviosismo se apodero de mí. Mi respiración se acelero y entonces mire a su hija. Me recordó lo mucho que me gustaba hace años.  
-Mi carro está destrozado y no tengo señal- le dije
-Marcare a Ignacio- rápidamente saco su celular y marco. No tardo mucho. Los dos nos quedamos ahí esperando. Pasando la media hora vimos pasar un carro blanco. Era el papá de la chica.
-¿Dónde está?- dijo en cuanto bajo del auto. Y lo vi sus ojos se cruzaron contra los míos y le di a Alinee-gracias- dijo-¿vienes? Tu también estas herido.- acepte, no me había dado cuenta que choreaba sangre de mi cabeza.
Me subí al auto y condujo cerca de 50 kilómetros me empezaba a marear hasta que termine en un sueño profundo…
-¡Te odio!- dijo ella.
-¡ha! Eso no era lo que me decías antes. Solo fue un juego. Lo confundimos.
-¡jugaste conmigo! ¡Eres un imbécil!- me dijo gritando y dándome una bofetada. Y yo como idiota me quede ahí parado viendo como corría bajo la lluvia. Bajo mis propias lagrimas. ¿Cómo pude refugiarme en ese amor tan malo? ¿o es que lo había confundido todo? Y ahora estaba con ella. Con la que menos espere…
Desperté de mi sueño confundido. Estaba en un cuarto de hospital.
-¿todo bien?- dijo la chica.
-si ¿Dónde estoy?- le pregunte tratando de incorporarme.
-En el hospital. Mi madre y tu se quedaron desmayados después del impacto.
-¡Oh! En verdad lo siento mucho. La pista estaba demasiado resbalosa y no pude frenar.
-despreocúpese. Todo esta bien.
-¿puedo ver a tu madre?- dije esperando una negativa.
-Sí. Por supuesto.- dijo ella. Me incorpore de mi camilla y me levante. Camine despacio pues parecía que el cerebro se me reventaría. Entre a la habitación de al lado y entonces mis ojos se cruzaron con los de ella. Ella sonrió un poco y me miro. Tenía una venda en la cabeza y un collarín…
Se abrió la puerta de mi cuarto. Y mi corazón se llevo la sorpresa de mi vida. Era David.
-¿teníamos que vernos en esta situación?- pregunte con una sonrisa en los labios.
-Sí. Creo que eso era lo que tenía que pasar.- me sonreo
-Amy nos puedes dejar solos- le dije a mi hija. Ella sin decir nada se marcho arrugando el entrecejo.
-Es hermosa tu hija. Sería la pareja perfecta para mi hijo.
-Me imagino. Pero no lo creo. Espero que no salga igual que su padre.
-¿No lo has superado?-me dijo. Sin poder evitarlo le eche ojos de rencor
-¡eso ya no importa! Los dos ya tenemos hijos. El pasado está en el pasado. Y ahí es donde tiene que estar.
-Te apuesto a que no me has olvidado.
-ese juego ya lo jugué. David no es un buen momento para que regreses a mi vida. Me voy a casar en dos meses.
-¿Y? Eso me decías hace tantos años. Nunca te importo jugar sucio. Tener un amor sucio. Un amor que ni tu ni yo lo hemos superado. Me acabo de divorciar. Y estoy dispuesto a recuperarte- me quede viéndolo anonadada. No lo podía creer después de tantos años. Lo mire y entonces recordé porque lo llegue amar tanto.

-Buenas tardes, vengo a inscribirme- dije mirando al instructor.
-perfecto muchacho. Te toca trabajar con el nuevo de aquella esquina.
Camine unos pasos hacia el otro nuevo. Y gran sorpresa me lleve. Era Azhel. Me miro de abajo hacia arriba.

-¿Qué haces aquí?- me dijo.
-A ejercitarme un rato- le conteste- no como tú. Tratando de ligar chavos.- solté una risotada y él se puso en guardia. Supe cómo había herido mi comentario.
-¿Qué pasa aquí?- dijo el entrenador.
-Nada- dije como un pequeño rugido. Azhel me fulminó con la mirada.
-Trabajen con las mancuernillas de ahí.
 El entrenador se dio la vuelta y le dije pasándole unas.- este es el principio de tu fin.
-Ya lo veremos- me dijo arrebatándomelas.
P.D dedicado a la cumpleañera de hoy :D TQm babas :S
Si te latio. Ponlo en tu face!!! :d