martes, 24 de enero de 2012

Cuando el amor llega… es porque llega!

Cuando el amor llega… es porque llega!
Me quede ahí mirando como Amy salía del edificio. Jamás me imagine que las cosas pasaran así. Nunca en mi mente había pasado eso. Por eso odiaba las novelas porque ahí decían puras mentiras. Y ahí si había finales felices. Mi celular empezó a sonar. Y fui de inmediato a mi cuarto. Era Diana. Mi corazón palpito a  mil por hora.
-¿Hola?- dije
-Hola niño. Oye ¿podemos vernos?
-¿Eh?
-si podemos vernos- volvió a repetir.
-¿Eh?... Digo si claro ¿en dónde?
-En la Cafetería de enfrente de la plaza del centro.
-Ok, te veo ahí en media hora.
-Gracias- colgó y me quede al menos cinco minutos viéndome en el espejo. No sé porque yo nunca hago eso. Pero lo hice. Camine sin saber de mi y por primera vez en mi vida quería verme bien esa ocasión.

En la Carretera.
-Y bien Amy. No que estabas muy bien aquí.
-Y lo estoy.
-Amy no me mientas- dijo mi mamá nuestro parecido era realmente alarmante y aun mas su preocupación por mí.
-¿desde cuándo te preocupas por mi?
-Desde siempre. ¿Sabes? Sucede más a menudo cuando ya casi no te veo diario.
-Eso lo explica todo.
-Y Osiris y Azhel. ¿Dónde quedaron?
-A varios metros detrás de nosotros.
-tienes el corazón destrozado ¿verdad?- para mi mala suerte el semáforo marcaba rojo.
-Y tu que sabes.
-Más de lo que te imaginas jovencita. Recuerda que aunque ya no vea joven. Se mas que tu- El semáforo cambio.
-No, quiero hablar de eso.
-Se salieron las cosas de control ¿verdad?- me miro y por poco chocamos.
-¿puedes tener más de cuidado?- dije sobándome la cabeza.
-Perdona hija. Pero contéstame. ¿Qué paso?
-Justo cuando iba a renunciar al amor de Azhel. El me pidió matrimonio…
-¿Qué?- freno. Siguió su camino.
-Y Osiris me cacho besándolo.
-¿Qué?...
-Mama, puedes de dejar de hacer eso.
-Perdón hija, pero eso si es tener mala suerte.
-Gracias, sabes me hace bien estar contigo… por que en verdad no me ayudas en nada.
-Y no creo hacerlo ¿Qué quieres que haga? Que vaya a decirles… hola muchachos soy la mamá de Amy discúlpenla no sabe lo que hace… ya que tiene cinco años.
-gracias mamá.
-Estas en una situación bien apretada. Y te están apachurrando bien sabroso.
-MAMÁ – dije. Ella solo empezó a reírse. Pero tenía razón en lo que decía. Tal vez el tiempo lejos me haría demasiado bien. Como si fuera otra Amy en un lugar diferente. Lejos de los dos hombres que más amaba. Y quería en esta vida. Bueno, bueno en mi juventud sí.

Varios Kilómetros de Ahí.
-Hola- dije
-Hola Adrian. ¿Cómo estás?
-Bien. ¿ y tú?
-Mejor ahora que apareciste
-¿en serio? ¿Por qué?
-Porque tengo que hacer algo…- me dijo
-A órale que bien- por un extraño motivo me puse nervioso. Su mirada era intensa y eso la hacía más interesante. Camino despacio hacia mí y me sujeto de mi bufanda. Me jalo y en microsegundos sentí sus labios contra los míos. ¿Pero en que estaba pensando? -¿Qué significa esto?
-No lo entiendes.  Quiero estar contigo.- me quede perplejo ahí. Con ella mirándome con una sonrisa traviesa.- te quedaras como idiota ahí esperando o que ¿sigue?
No dije nada solo la mire y me incline otra vez hacia ella. Por fin por fin estaba con ella. Algo grande sentí en mi estomago como un vacio inmenso y grande. Ella al separarse me dijo un “te quiero”…
A un estado de ahí!
_ ¿qué? – es la verdad hija.
-No es la verdad. Bueno si. Pero no- me empezaba entrar la desesperación.-¿en verdad crees que este bien lo que hago.
-Siempre cai bien alejarse de los problemas un rato. Además ayudaras a tu madre con los preparativos de la boda.
-¿boda? ¿Te vas a casar?- dije no dándole créditos a mis oídos.
-Sí y no quiero berrinches.- me miro y sonrió- sabía que pondrías esa cara.
-No tengo otra cara mamá- dije y me quede en silencio. Ahora tendría padrastro. ¿Por qué regrese?
-¿A quién querías más?- dijo mi madre.
-Por eso estoy aquí. Porque no sé.- respondí mirando hacia la ventana.
-Estas aquí por collona. Tu bien sabes a quien quieres.
-¡claro que no! No sé si supiera.
-Lo sabes. En el corazón casi siempre cabe solo una persona. ¿Quién es? ¿Osiris? ¿Azhel? O ninguno de los dos- dijo mirándome sin perder el control del carro.
-No lo sé. Los dos son tiernos. Azhel es un súper chico. Osiris es el niño más maravilloso del mundo. Es guapo, sexy, están interesante.
-Bingo! Ya encontré quien es el ganador.
-¿ganador? Esto no es un juego mamá.
-Técnicamente no lo es mi niña. Pero si lo es. Un juego de amor de tres. Un competidor tiene que perder. Si no el jugador se queda sin nada. El famoso perro se queda sin sus dos tortas.
-Ya entendí. Cuanto falta por llegar.
-Menos de una hora. Carguemos gasolina en ese lugar.- nos bajamos del auto y me fui al Oxxo que estaba ahí.-por cierto serás hermana.
-¿También piensas cambiarte de religión?- dije tomando una sabritas.
-¡No mensa! Estoy embarazada.
-¿Qué?...- sin querer explote las sabritas y estas cayeron al suelo… sí que la vida tenia sorpresas. En eso sonó mi celular y era Adrian:
Estúpida ya ando con diana”
me largo y me salen con sus ma..&%$· en fin son las desventajas de ser Amy.
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