domingo, 8 de enero de 2012

Depresion

Depresión
Corría por debajo de unos árboles bajos. Nunca supe cómo podía estar en este lugar. Nunca me imagine algo así. Mi ropa nunca había sido así. Había cambiado mis converse por unas zapatillas de tacón de hilo. Un vestido rosa y una pequeña corona y mi cabello castaño cayendo a los lados de mis hombros. Seguía corriendo, detrás de mis dos caballeros apuestos me seguían el paso. En mis esfuerzos inútiles por escapar de ellos. Pasaba por los arboles provocando que me arañaran. Hasta que llegue a un barranco. Donde no pude contenerme y me eche en el. Caí en picada. Sentí como mis zapatillas se me salían de los pies. Como mi cabello se habría con sincronía. Como mi vida se derrumbaba en minutos. En micro segundos.

-Amy. Ya es demasiado tarde- fue como mi sueño se terminaba.
-¿Qué quieres?- dije al tomar conciencia del tiempo. Me dolía la cabeza y mi corazón palpitaba demasiado rápido.
-Ya es tarde. Llevas casi todo el día metida en la cama- dijo Adrian. Quien se había vuelto en la única persona que me atendía.
-¿Qué hora es?- pregunte tapándome la cabeza.
-Son más de las tres de la tarde. Hablo tu mama. Le dije lo que pasaba.
-¿Qué?- dije. Me levante de inmediato y me di cuenta que afuera hacia demasiado frio al igual que adentro.
-Sí. Si te pones sostén no  me molestaría ¿sabes?- me dijo Adrian. Quien con una mirada de perversión me miraba. De inmediato me metí a la cama a buscar el que me había quitado la noche anterior.-Pero si quieres lo podemos arreglar.
-Adrian no tengo ganas de escuchar tus estúpidas bromas.
-Esta bien. Pero no ya es demasiado.
¿Qué es demasiado?
-Tu depresión. Llevas casi tres semanas en ese estado- Amy bajo la mirada. Era verdad no había vuelto a saber de Osiris ni de Azhel. Así como de los demás chicos.
-¿es el principio del final verdad?
-Amy esto se pondrá peor si no mejoras.
-Adrian. Creo que ya lo pensé demasiado. Ya es momento de volver. Pero antes tengo que ir a casa de mi madre.  No me siento cómoda aquí. Pero antes tengo que hacer unas cosas.
-¿Cómo cuales?- me pregunto Adrian.
-Ya lo veras. Nos vemos al rato. Me puse los jeans y una chamarra negra. Me recogí el cabello y me puse una boina.
-¿A dónde vas?- dijo Adrian.
-Ya lo veras. ¿Dónde están las llaves del carro?- le dije a Adrian quien anonadado. No respondió. Abrí el cajón de uno de los muebles y ahí estaban.
-¿Amy adónde vas? Tú nunca haz manejado.
-A llegado el momento- le dije eso mientras corría piso abajo.
-ESTUPIDA- lo oí gritar. No le preste atención a lo que decía. Pero esta vez estaba decidida. Nadie me iba a interrumpir en mis planes. Prendí el carro y apunte hacia la dirección de Osiris.  No me dio tiempo de sentir nervios. Ni nada por el estilo. Acelere mas y mas. Di media vuelta y ahí estaba la casa de Osiris. Pero antes de que pudiera estacionarme se metió un carro amarillo. Era Angélica. Bajo del auto con unos mini shorts. En eso salió Osiris quien se quedo con la boca abierta al vernos a las dos.
-Hola mi amor- genial. Ya eran novios.
-Hola- saludo Osiris-¿Qué quieres?- ahora se refirió a mí.
-Vengo a despedirme- dije sin  tapujos.
-¿así? Qué bien que te vayas. Perrita de quinta- dijo Angélica. Por un momento pensé en estamparla contra la pared. Pero me contuve al ver los ojos de Osiris. Y entonces mi estomago volvió a volar como antes.
-Que te vaya bien. Qué bueno que nos dimos cuenta antes. ¿No crees?
-Si mi amor. Eso es bueno- intervino Angélica dándole un beso en la boca.
-Si tienes razón. Hasta luego Osiris- quite a Angélica de un empujón y me pare de puntas y le di el último beso de piquito a Osiris - esto no se ha acabado- dije en un susurro. No voltie a ver su reacción. Pero al parecer fue lo suficiente buena para saber que Angélica se moriría de los celos.
Me volví a subir al auto y volví a acelerar. Esta vez iba hacia la casa de Azhel. Subí corriendo hacia su departamento y ahí estaba tan guapo como siempre. Me miro y me beso.
-Me vengo a despedir- dije sin aliento
-¿Qué?- dijo sin comprender.
-me voy una temporada con mi madre. No será mucho.
-¿Y mi propuesta?... Quiero ir contigo
-¡No! Es unas vacaciones de madre e hija. Azhel por favor no hagas más difícil esto.
-Te amo Amy.
-Nos vemos luego adiós… amor…- dije y me Sali corriendo de aquel lugar. Mi corazón palpitaba demasiado rápido. Aquellas últimas palabras de amor de Azhel. Se me habían hecho tan sinceras que no podía con aquel sentimiento de culpa. Me subí al carro y lo encendí puse la primera canción que estaba en la radio(Good bye my lover)Unas lágrimas cayeron de mis ojos. Unas lagrimas tal vez de cocodrilo. Y entonces supe que aria lo correcto.
.
Llegue al departamento.
-Hola, ¿hablo mi mama?- pregunte a Adrian.
-Sí, viene en camino. ¿Qué pasa Amy?
-Me voy de vacaciones con mi madre.
-¿A dónde? El semestre todavía no termina.
-Adrian. Escúchame muy bien. Se que esto es alocado pero necesito irme. Largarme de este lugar.
-¿Por qué? Amy. No es por Osiris ¿verdad?- dijo y me sujeto de la mano. Yo quise zafarme pero sabía que no lo lograría.
-Es por Azhel. Es por el… es por los tres mejor dicho.
-No tienes que hacer esto. Amy tu amas a…
-¿vez el problema?- dije a y lo mire a los ojos.
-Iras a decidirte por uno de los dos. ¿Verdad?
-No te puedo negar esto. Es cierto.
-Se avecina el final ¿verdad?
-¡No! Este es el final.- dije el me miro y me abrazo.
-Diana hablo. Quiere que salgamos juntos- me dijo con sonrisa de oreja a oreja.
-Que bien. Yo termino y tú empiezas. Perfecto.- dije con sincera verdad. En eso se escucho el clac son de mama- Es ella. Nos vemos pronto.- lo abrase y estuve a punto de llorar pero lo cambie por el típico: ¡Adiós estúpido!
-Adiós endeja!- los dos reímos.
-¿estás segura?- dijo antes de abrir la puerta.
Suspire y dije con una voz que no era mía- Mas que segura…
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