martes, 31 de enero de 2012

Las verdades matan.

La sala era fría y con olor a medicina. Entraba con Adrian al consultorio. Temiendo todo lo que en mi cabeza ya esperaba. El doctor le dijo a adrian que esperara afuera. El sin mirarme salió y entonces el doctor me entrego el sobre. Era tibio y tenía el olor a papel. Lo abri despacio y con las manos temblorosas. Al leerlo no entendí ni madres. Así que se lo pase al médico quien con una sonrisa en el rostro me dijo: Estas embarazada.
-¿Qué? ¿Qué?  ¿Cuándo paso?...dijo Adrian al enterarse. Grito tan fuerte que la gente del consultorio voltio a vernos.
-No sé.
¿Qué vas hacer?
-No sé.- conteste entre preocupadas y feliz. Toque mi vientre y ya hasta sentía sus pataditas.
-Amy estas embarazada. Por dios vas a tener un bebe.
-Si lo sé- de pronto surgió una sonrisa inesperada en mí. Y la pregunta fue la que hiso que la alegría se me esfumara.-Pero ¿De quién es?- Adrian me miro con terror y mis piernas no me respondían.
-Amy, Amy! Oía gritar a una mujer- Amy, Amy… ¡Despierta!- abrí los ojos confundida. Estaba bañada en sudor y tenía el cabello mojado. Mi respiración era demasiado entrecortada. Mi madre me miro y me dijo.
-Voy con Ignacio al doctor. No tardamos, en la cocina esta tu desayuno.
-¡gracias! Dije entrecortadamente. Mi madre cerró la puerta y me quede ahí sentada en la cama. Oí a lo lejos como el carro arrancaba y como tomaba  marcha. Y entonces mire al celular y vi el fondo de pantalla. Era yo con Osiris dándole un beso en la mejilla. Y entonces recordé el sueño. Y supe quien era el ganador. Siempre lo supe. Siempre supe que era el dueño de mi corazón. Pero que jamás lo volvería haber. En mi estomago se formo un mal presentimiento. Y  entonces las lágrimas saltaron de mis ojos. Como pequeñas bailarinas. A mí alrededor. Recordé cada uno de los besos que nos dimos. Las caricias, las risas y todo aquello bueno que él me había dado. Pero fue gracioso jamás pensé en el sexo cuando estaba con él. Era tan genial estar a su lado. Que ninguna otra emoción era necesaria para que me sintiera alegre y completamente feliz a su lado. Las lágrimas brotaron otra vez y esta vez pensé en Azhel, en lo que le hice y estaba a punto de hacer. Marque su número y me puse la bocina en mi oído. El saldo de tu amigo se ha agotado…Batería baja. Una sonrisa de nerviosismo surgió en mi rostro. El destino sabia el porqué.
Varios kilómetros de ahí…
Mi mirada estaba fija en esa casa de tabiques rojos. Y una sonrisa pareció en mi rostro. Me baje de mi carro y camine hacia el individuo que caminaba hacia esa pequeña casa.
-Hola guapo- salude a Azhel.
-Hola. ¿En qué te puedo ayudar?- dijo mirándome de arriba abajo. Sacudí mi cabello y lo mire muy seriamente.
-Soy amiga de Amy. Te tengo un pequeño secreto que confesar.
-¿secreto? ¿Amiga? Si Amy no se lleva con mujeres.
-Ese no es el secreto- dije con una sonrisa en mi rostro. Su rostro era de confusión y a la vez de intriga.
-Amy te engaña. Amy está jugando contigo- le dije sin pelos en la lengua. El me miro y me sujeto del codo.
-¿Qué estás diciendo?
-Me estas lastimando- le reproche- Amy te es infiel. Guapo ¿nunca te diste cuenta?- solté una risa amargosa.
-¿Quién eres?- dijo entre dientes. Y con la rabia desbordada.
-Susana
-Largate de aquí- me dijo empujándome
-¿no quieres saber con quién?- le pregunte y lo vi a los ojos. Y supe la respuesta.
-Se llama Osiris. Y es amigo de Adrian. Tu muy bien que lo conoces. Muack- por ultimo le mande un beso descarado. Camine hacia mi carro. La venganza contra Amy estaba por empezar…

Adrian:
Las cosas marchaban mal. Llovía por casi toda la ciudad. Estaba tratando de encontrar a Amy. Pero su teléfono no respondía. En eso el timbre sonó. Abri esperando ver a Diana. Cuando me encontré de narices con Azhel.
-¿DONDE ESTA OSIRIS?- me grito.
-no lo sé. ¿Qué haces aquí?- le pregunte tratando de zafarme.
-Llévame con él. Pero ya.
-¿estás loco? ¿Qué te pasa?- le reproche. Imaginándome ya lo peor.
-¿Tu lo sabías? ¡Sabias que Amy me está engañando!
-Sí, si lo sabía. ¿Para qué quieres a Osiris?
-Tú llévame con él- sus facciones eran como de un felino.
-Deja ir por mis llaves- le dije camine hacia mi cuarto y mis piernas temblaban. Y para acabarla de chingar no tenía crédito para marcarle a Amy sin usar el teléfono de casa.
En el camino hacia la escuela. Azhel solo soltaba resoplidos y algunas palabras anti sonantes en voz baja. Me estacione en la banqueta y busque a Osiris. Para al menos correr y prevenirlo. Pero demasiado tarde Azhel salió del carro como alma que lleva el diablo. Busco a Osiris con la mirada. Y por mala suerte lo encontró.
-Mi amor- me dijo Diana.
-Hola- dije tratando de esquivarla.
-¿Osiris?- pregunto Azhel a lo lejos y antes de que el volteara soltó el primer puñetazo.
-¿adónde vas?- me pregunto Diana. No le respondí. Pero al menos Osiris se estaba defendiendo. Vi a mateo  lo lejos con cara de perplejo. Osiris ya tenía sangre en la nariz y Azhel el labio desfigurado. Osiris lo azoto contra la pared donde le propicio unos buenos puñetazos. Pero Azhel le puso una patada en la rodilla. Osiris termino en el suelo. Yo sin pensarlo y solo con juego de miradas Mateo y yo corrimos a detenerlos. Pero fue inútil. Termine con la mejilla en la banqueta. Y un chorro de sangre brotando de mi nariz. Mateo salió volando contra un puesto ambulante.
-¿Qué? Esto es Amy- grito Osiris.
-Si. Maldito perro. Esto es por ella.
-¿Qué da mas coraje? Saber que no eres el único en su vida.
-Cállate- le dijo Azhel y le soltó un puñetazo.
-Amy me ama.
-Me ama a mí. Tu solo eres su juguetito.
-si soy solo su juguetito. ¿Por que tanto temor?- dijo Osiris con una sonrisa desfigurada.
-Te propongo algo. Hay que jugar.
-¿jugar? Eso quieres.
-Jugar un maldito juego de amor- dijo Azhel sin aliento.
-Me parece perfecto.
-Ella decidirá. Y el que pierda se irá solo y sin hacer lo contrario.
-Dos contrincantes. Un solo corazón. ¡Me parece perfecto! Juguemos pues.
-Disfruta tus últimos besos con ella- le dijo Azhel y se marcho caminado. Con una rodilla lastimada y sangrando si parar.
Me quede mirando a Osiris. Es aquí donde empieza el verdadero juego. Donde ningún contrincante dejara dar paso al otro.
-Hola amiga- le dijeron a Diana.
-Hola- dijo ella.
-Estas hermosa. ¿Puedo conocerte?...
Bueno no nada más para ellos, empezaba el juego de amor.Si te gusto. Siguenos en facebook andalee!! solo dale un click! :D

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